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La compra y mantenimiento de la propiedad inmobiliaria conlleva un gran esfuerzo económico y forma una importante parte del patrimonio.

El mantenimiento es la práctica definida como los cuidados necesarios para que las instalaciones y edificios puedan seguir funcionando adecuadamente y sirve para aplazar la reparación o rehabilitación. La gestión técnica del edificio, por su parte, son las técnicas que promueven prácticas sencillas pero sumamente eficaces para corregir el ineludible deterioro que todo edificio sufre.

En Euskadi se ha implantado el Libro del Edificio (LE) para edificios nuevos y el Plan de Uso y Mantenimiento del Edificio (PUME) para edificios con más de 50 años, según los Decretos 250/2003 y 41/2012 y 117/2018. Ambos, el Libro y el Plan, son documentos análogos. Normativa PUME decreto 117/2018 ITE (capítulo V)

¿Qué son estos documentos?

Manuales de gran utilidad que marcan pautas de mantenimiento de los elementos comunes del edificio. Entre las cuales, se determinan pequeñas revisiones dirigidas a detectar con prontitud la aparición de deterioros, a fin de solucionarlos y evitar reparaciones más costosas. 

Facilitan la toma de decisiones de manera transparente y sin controversias, debido a los calendarios y procedimientos escritos que contienen, adecuados para anticipar las tareas propuestas y contratar empresas mantenedoras.

Registran desde las reparaciones y mantenimientos, a las garantías de materiales utilizados o los agentes que hayan intervenido, y a su vez permiten controlar aquellas actividades pendientes de realizar. Por tanto, pertenecen al edificio como libros comunitarios que sirven para documentar, transmitir y garantizar información sobre el inmueble a terceros.

¿Qué objetivos tienen?

Evitar mayores problemas, cuidar el edificio.

Aumentar el valor del patrimonio y optimizar las inversiones.

Embellecer el edificio.

Ganar tranquilidad y calidad de vida.